Lo primero que debemos hacer es desgranar nuestras mazorcas, para ello las lavamos y pelamos utilizando un cuchillo afilado, el proceso se hace raspando con mucho cuidado de no cortarnos la mazorca desde la base hasta la punta.

En el segundo paso, debemos tomar los granos de maíz y molerlos en un molino tradicional, para luego licuar en conjunto con la leche y el huevo, hasta obtener una mezcla uniforme. Si no tienes un molino tradicional puede hacer uso de la licuadora o de un procesador de alimentos, pero debes estar muy atento de que los granos de maíz se procesen bien.

Una vez disuelta la mezcla, agregamos la azúcar, seguidamente la mantequilla y la sal al gusto y dejamos que se licue por dos minutos más.

Si notamos que la consistencia de la masa es muy aguada, añadimos el polvo de hornear, y si lo deseas un poquito más de harina, veras como la masa se va volviendo más espesa.

Llevamos a la cocina una sartén a fuego medio y vertemos el aceite de coco o aceite vegetal, cuando ya esté caliente, con la ayuda de una cuchara grande agregamos parte de la mezcla

Cuando ya esté dorada por un lado, le damos la vuelta y dejamos que se fríe del otro lado, una vez que ambas partes tomen un color dorado, apagamos el fuego y retiramos, las colocamos en un colador o papel absorbente para que estas vayan destilando el aceite y eliminar el exceso.

Repetimos este paso una y otra vez hasta que la mezcla se nos acabe.

Finalizado este proceso, servimos y a degustar estas deliciosas torrejitas de maíz. Puedes acompañarlas con un rico café y queso blanco, o de algo más pesado como carne frita, chicharrones de puerco y salchichas guisadas.